Seguidilla, Paul
Verlaine
Morena aún no teñida,
yo te quiero casi desnudasobre um sofá negro
en um salón amarillo
como em mil ochocientos treinta.
Casi desnuda y no tan desnuda,
um desnudo a través
de encajes que muestren
tu carne por donde va corriendo
mi boca que delira.
Yo te quiero muy sonriente
y mui dominante,
maliciosa y perversa y
peor si eso te gusta
pero tan lujuriosa!
Ah, tu cuerpo, que repose
sobre mim alma taciturna
y la ahogue, si puede,
si tu capricho lo desea,
más, y más, y más!
Espléndidas, gloriosas,
bellamente furiosas
en sus jóvenes retozos,
abates mi orgullo
bajo tus jubilosas nalgas!
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